Extremoduro, Marea, la Fuga… la lista es conocida por todos, ya que los integrantes de la misma conforman la fórmula del éxito del rock estatal. Recientemente, una nueva formación ha irrumpido en la escena siguiendo esos mismos parámetros, su nombre es La Desbandada.

El grupo nace a principios de 2013 en El Vendrell (Tarragona), y desde ya tienen disco en la calle, Esta noche nos haremos viejos. El plástico fue grabado en los estudios AB Studio de El Vendrell, bajo la batuta de Arturo ‘Art2’ Torres, y masterizado en los estudios Mastertips de Madrid. El álbum consta de 10 canciones de rock urbano, lo que se traduce en poco más de media hora de música. No han inventado nada, pero cabe reconocer que el hacer del cuarteto es digno de aplaudir, pues cuajan un LP cargado de energía, trabajado al máximo y sin apenas brechas.

Buscando mi destino es el single, y también la primera canción del grupo en disponer de videoclip. La selección del tema no podía ser más acertada, porque una vez finalizada se repite en la cabeza como un bucle. El tema muestra lo que ofrece el grupo: letras profundas, elaboradas, melodías intensas y estribillos que no dejan indiferente a nadie. Trata sobre el amor/desamor, temática sobre la que pivota gran parte de álbum. Asimismo, tenemos A oscuras, Cuando todo esté al revés y El cristal, que parten de esta premisa. No obstante, entre ellas podemos encontrar diferencias, que van desde el tono canalla hasta ritmos suaves propios de la balada.

A cierta distancia tenemos A nuestra manera, el segundo corte del disco. Si bien toca el tema amoroso, el quid de la cuestión radica en el destino; o mejor dicho, la posibilidad de cambiar la pauta trazada. Le sucede lo mismo al tema que abre Esta noche nos haremos viejos, Lo siento, donde la música adopta de forma indirecta un papel protagonista. En esencia, tenemos fondo y forma, pero lo segundo es mucho más perceptible que lo primero. Aun así, los dos temas, y en general todo el trabajo, goza de un fraseo excepcional, que sobre todo pone en relieve el buen trabajo de Balta Hurtado al micrófono.

Quizá el tema con más relevancia sea Mi guarida, con la inestimable colaboración de Fernando Madina, líder de Reincidentes. Rompe con la monotonía del disco y a su vez -afortunadamente- añade un matiz travieso y desgajado.

Otros temas que podemos encontrar en el disco es Malos pensamientos y Humo entre las manos. Como sus compañeras de noche, destacan por la influencia de Pere Pinto a la guitarra, y también por algún verso que otro cargado hasta el tuétano de contenido (“tú tan reina, yo tan republicano”). Por último, Días tristes, que no sólo se ve potenciada por la partitura de guitarra, sino que oculta su apariencia rockera tras un telón de batería y bajo que aportan energía y vivacidad.

En definitiva, el trabajo de La Desbandada es una gran muestra del gran futuro que tiene el grupo, capaz de conseguir una obra de primerísimo nivel. Las letras, fantásticas; las melodías, laboriosas. Un único pero al álbum, esa pátina amorosa que destila cada una de las canciones, que lamentablemente impiden establecer diferencias entre los cortes y que a la larga pueden transmitir una idea de repetición.

Sea como sea, los seguidores de Marea, Extremoduro y similares ya tardan en acercarse al grupo.